¿Estás planeando poner en marcha tu proyecto de negocio?, entonces seguramente te debes estar preguntando sobre cómo debes constituir tu empresa, ¿verdad? No nos sorprendería, porque esta es una de las dudas más comunes cuando se quiere emprender.
Y es que todo emprendedor debe saber qué forma jurídica ofrece mayores beneficios tributarios y menores costes para él. Ahora, lo más positivo es que en este post te ayudaremos a tomar una decisión.
Sí, te explicaremos algunos detalles acerca cómo constituir tu empresa: si como Sociedad civil privada, Sociedad Limitada o Sociedad Anónima. Ya descubrirás cuál opción te conviene más. ¡Presta atención!
Sociedad civil privada vs. Sociedad Limitada vs. Sociedad Anónima
Para empezar, es lógico que si vas ejecutar alguna actividad económica o profesional de manera frecuente, personal y por cuenta propia, donde el único trabajador serás tú, lo mejor que puedes hacer es declararte como autónomo.
Cuando te haces autónomo, la persona que coincide la personal jurídica del negocio con la del empresario individual, tendrá la obligación de pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Pero, en caso de que tu proyecto de negocio derive de una idea que involucre a varias personas, ya habría que hablar de constituir una sociedad o un modelo colectivo.
¿Cuáles son los modelos colectivos?
Está la Sociedad Limitada (SL), la forma jurídica más habitual de todos estos modelos, pero debes saber que no es la única opción que existe.
Y es que cada tipo de sociedad, sea Anónima (SA), de Responsabilidad Limitada o Cooperativa, tiene que cumplir una serie de requisitos relacionados con la cantidad de socios, capital aportado o el nivel de responsabilidad sobre el patrimonio.
Bien, uno de los puntos que diferencia a la sociedad con el autónomo, es que la primera tendrá personalidad jurídica propia distinta a la de los socios y tributará por el Impuesto de Sociedades.
Es necesario elegir entre los modelos asociados más sencillos, como la Sociedad Civil y la Comunidad de Bienes, que es la forma de asociación más fácil entre trabajadores individuales la cual tributa por IRPF. Si tienes dudas en este apartado, puedes contratar una asesoría fiscal.
Aclaremos que la Sociedad Civil se refiere a un contrato privado de colaboración que involucra a dos o más personas que, pretenden llevar a cabo una actividad con fines de lucro y que tributa por Impuesto de Sociedades.
Los costes administrativos, notariales y fiscales
Al momento de elegir la constitución de tu empresa por cuenta propia, bien sea como autónomo o sociedad, no puedes pasar por alto estos aspectos tan importantes.
Si hablamos de los costes administrativos y notariales, la sociedad se ve más afectada a excepción de la Comunidad de Bienes y la Sociedad que no supone ningún coste de creación.
Por otro lado, los trámites de alta en autónomos son fáciles, rápidos y casi que no tienen ningún coste; pues no demandan un proceso previo de constitución. Lo que significa una cosa: que el papeleo para constituir una sociedad, SA, SL o Cooperativa es más complicado.
Esos modelos colectivos tienen que pasar por trámites notariales como inscribir la empresa en Registro Mercantil, redactar los Estatutos Sociales o la firma de la escritura pública de constitución. Toda esta burocracia podría llegar a los mil euros o más.
En cambio, los costes mercantiles de un autónomo son menos complejos que los de una sociedad.
Ya dicho esto, ¿qué forma jurídica te viene mejor y por qué? En caso de que tengas alguna duda, puedes consultarnos sin ningún compromiso.